El pueblo chubutense de Camarones dio un gran paso en una propuesta que busca posicionarla como uno de los polos emergentes del turismo de naturaleza en la Patagonia. A través del ciclo “Anfitriones Turísticos”, organizado en conjunto por la Fundación Rewilding Argentina y la Municipalidad de Camarones, vecinas y vecinos comenzaron a capacitarse en herramientas para recibir al visitante desde una lógica de conservación, identidad y desarrollo local.
La actividad estuvo orientada al público general: desde comerciantes y emprendedores turísticos hasta estudiantes, trabajadores del sector público y habitantes interesados en involucrarse con la llegada creciente de turistas al Parque Provincial Patagonia Azul.
“La idea es brindar conocimientos para afianzar lo local y poder recibir al turista como anfitriones, ya sea en un local, en un emprendimiento o en el rol de guía comunitario”, explicó Fernanda Venditti, del área de Comunidades del proyecto Patagonia Azul.
“Fue una jornada enriquecedora, de escucha activa y de trabajo conjunto. Hubo mucho interés y compromiso de parte de vecinos, prestadores y emprendedores turísticos. Estos espacios nos permiten fortalecer capacidades, intercambiar experiencias y seguir construyendo una identidad turística sólida”, destacó la intendenta de Camarones, Claudia Loyola.
Turismo con raíz: el valor de contar lo propio
El enfoque del ciclo parte de una premisa clara: no hay conservación sin comunidad. Y no hay buen turismo sin una narrativa coherente y comprometida. El taller inaugural abordó el concepto de turismo de naturaleza con identidad local, haciendo eje en la importancia de conocer y valorar el entorno para poder transmitirlo.
“Charlamos del sentido de pertenencia como base para poder mostrar y proteger. De cómo nos presentamos al mundo, de la narrativa personal y colectiva que podemos construir para transmitir amor por el lugar, y que ese amor sea contagioso”, señaló Venditti.
El Parque Provincial Patagonia Azul es una de las apuestas más importantes en materia de conservación costero-marina del país. Pero su sostenibilidad dependerá en gran parte del rol que asuma la comunidad. En ese sentido, formar anfitriones comprometidos con el entorno y con capacidad de interpretación del paisaje es también una forma de cuidar lo que se tiene.
Al respecto, la intendenta de Camarones remarcó que “estamos convencidos de que este es el camino para poner en valor nuestros recursos, cuidar nuestro ambiente y proyectar a Camarones como un destino auténtico”.
Capacitación con impacto real: empleo, desarrollo y pertenencia
Más allá de lo formativo, el ciclo también tiene un horizonte concreto. Aquellos participantes que cumplan con los requisitos de asistencia, participación y evaluación podrán ser considerados para incorporarse al equipo de la temporada 2025-2026 del Parque. Esto abre una puerta directa a la generación de empleo local, con un enfoque compatible con los valores de conservación y turismo responsable.
“Impacta muchísimo en el desarrollo del pueblo, en sus servicios, en los emprendimientos existentes y en la infraestructura. Pero también en la autoestima colectiva: la comunidad pasa a tener un rol protagónico”, enfatizó Venditti.
Desde Rewilding Argentina remarcan que esta estrategia no es aislada, sino parte de una visión más amplia que busca que las comunidades vecinas a las áreas protegidas sean beneficiarias directas del modelo de conservación.
Comunidad y conservación: una alianza clave
Camarones se encuentra en un punto de inflexión. Con sus paisajes únicos, sus costas ricas en biodiversidad y su historia como valor patrimonial, tiene todo para convertirse en un destino atractivo sin renunciar a su esencia.
“Tenemos que seguir generando estas instancias de formación, de promoción y de acompañamiento, porque el turismo se consolida cuando hay comunidad organizada, planificación y visión compartida. Camarones está en ese camino”, destacó Loyola.
El desafío, ahora, es consolidar ese vínculo. Que el turismo no llegue como un fenómeno externo, sino como una oportunidad construida desde adentro. Una que respete los tiempos del lugar, los saberes ancestrales y las necesidades actuales.
“Los que viven acá son quienes más conocen. El turista llega buscando justamente eso: lo local, lo auténtico. Y eso también es su gente”, concluyó Fernanda.