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Pese al viento, el frío o incluso la nieve, en Comodoro Rivadavia hay quienes se sumergen todos los días del año en las profundidades del mar patagónico. El buceo, una actividad que muchos desconocen que se practica activamente en esta ciudad, crece de forma sostenida y suma cada vez más personas curiosas por explorar ese otro mundo que existe bajo la superficie.
“La actividad en Comodoro crece día a día, casi exponencialmente”, cuenta Hugo Lemos, instructor y fundador de la Escuela de Buceo Zeus, la primera operadora habilitada por Prefectura Naval Argentina en la ciudad. Bucea desde 2010 y en 2017 abrió su escuela con un objetivo claro: compartir el mar con quienes nunca imaginaron estar adentro, más aún en la fría Patagonia.
“Nosotros hacemos la actividad todo el año. Con frío, con lluvia, con nieve, con viento. Vamos todos los días”, asegura.
El buceo en Comodoro no es solo para expertos. La escuela ofrece bautismos para principiantes, cursos de distintos niveles y también salidas recreativas y de apnea. “Hay muchas personas que no saben nadar o nunca se metieron al mar y tienen ganas de ver cómo es. Para eso están los bautismos: una mini clase, con todo el equipo, donde podés probar cómo se siente estar abajo del agua, ver si te gusta”, explica Hugo. También existen talleres introductorios que combinan distintas experiencias para quienes buscan algo más completo.
Todo incluido y con seguridad profesional
Uno de los mayores temores que suele tener quien nunca buceó es el equipamiento. Pero Lemos aclara que la escuela provee todo: “Traje, chaleco, regulador, tanque, botas, guantes, capucha. La persona no tiene que traer nada. Además, se lleva videos y fotos en 4K como recuerdo. Lo único que hace falta es animarse”.
También hay un equipo de instructores y asistentes que trabajan bajo protocolos internacionales de seguridad. “Desde que abrimos, no tuvimos accidentes ni fallas en los equipos. Todo se hace bajo normas y estándares. Nosotros priorizamos la seguridad y el disfrute. El agua no es peligrosa si se trabaja con responsabilidad. Como digo siempre: peligroso es estar afuera del agua”, afirma.
Quienes se sumergen en las costas de Comodoro se sorprenden con la riqueza del paisaje submarino. “Es una zona muy hermosa, tanto en la zona norte como más al sur, cerca del límite con Santa Cruz. Hay grietas, piedras, pasillos naturales, una arquitectura submarina increíble. Y mucha fauna: pulpos, meros, salmones, peces sapo, lobos marinos, delfines, toninas y hasta ballenas. También bosques de algas, cangrejos, medusas y estrellas de mar”, describe.
Las salidas se hacen habitualmente desde la costa, aunque el objetivo a corto plazo es poder operar también desde la Costanera con lancha propia. “Ya tenemos embarcación. Fuimos la primera operadora en Comodoro con lancha habilitada para actividad embarcada”, agrega con orgullo.
Una propuesta inclusiva y abierta a todas las edades
Una de las características más destacadas de la escuela es su enfoque inclusivo. Zeus es la única operadora en la región que ofrece bautismos, cursos y salidas para personas con discapacidad y también para niños desde los 7 u 8 años.
“Depende de la edad, les damos una propuesta adaptada. Pero no hace falta saber nada, ni tener experiencia ni estar en forma. El límite de edad lo pone la persona, no nosotros”, afirma Lemos. La idea es que cualquiera pueda tener la oportunidad de vivir una experiencia transformadora.
“El 99,9% de las personas que metimos al agua tuvo un cambio en su vida. Se fueron felices, con una experiencia que no se olvida”.
¿Cómo participar?
La Escuela de Buceo Zeus tiene presencia en redes sociales como @escueladebuceozeus (en Facebook e Instagram) y también se puede contactar vía WhatsApp al 2975 095725. “Les mandamos toda la info y los flyers con las propuestas. Hay muchas opciones para elegir, y cada una se adapta al nivel y necesidad de quien venga”, concluye Hugo.
En una ciudad donde el mar a veces parece solo un paisaje de fondo, el buceo se vuelve una invitación concreta a mirar y habitar el agua de otra manera. Una forma de redescubrir Comodoro, desde adentro del mar.
Fuente: ADNSur