En Río Mayo, todos los años, principalmente en primavera y verano, turistas de diferentes partes del mundo se alojan en este rincón de Chubut, donde se embotella una de las aguas de manantial de mayor crecimiento en el mercado regional. Esta es la historia de la estancia de la familia Mazquiarán.
“Es una estancia familiar”, dice Norma Mazquiarán en cuanto comienza la entrevista, y cada frase y el recorrido por la historia lo reflejan. La Estancia Don José es de la familia desde 1944. Su abuelo, por quien lleva su nombre, vino desde Alsasua, España, en 1916 y la adquirió en la década de 1940, luego de haber trabajado durante varios años en los campos de Santa Cruz.
En la actualidad, casi 70 años después, la estancia sigue siendo parte del legado familiar, el lugar donde nietos y bisnietos forjan su propio camino, trabajando el campo, el turismo y también produciendo agua de manantiales a través de Orizon, una de las marcas de agua que mayor crecimiento ha tenido en el mercado regional en los últimos años.
Todos los años, turistas de otras partes del mundo y Argentina, visitan este lugar de la Patagonia. Su tranquilidad, el paisaje y la naturaleza son la invitación perfecta para alojarse y desconectarse de todo lo que demanda el siglo XXI.