Competencia deportiva, glamping, participación comunitaria y un fuerte impacto turístico en uno de los pueblos más emblemáticos de la Cordillera del Viento.
De acuerdo con Rio Negro. Huinganco, en el norte neuquino, se prepara para recibir un evento deportivo que apunta a ir más allá de la competencia.
Del 13 al 15 de marzo de 2026, el pueblo será escenario de una carrera abierta de trail running y ciclismo de montaña.
Que combinará deporte, naturaleza y vida comunitaria, con cupos limitados y un formato pensado para fortalecer el turismo regional.
El Desafío MOVE consiste en pruebas de trail running de 25 kilómetros y mountain bike de 75 kilómetros.
En un territorio reconocido por su tradición en senderismo y deportes de montaña. La propuesta busca posicionar a Huinganco.
Como destino para el turismo activo, integrando a visitantes y habitantes en una experiencia compartida.
La iniciativa es impulsada por Vista Energy.
Para quienes conocen la provincia, Huinganco es mucho más que un punto en el mapa.
Es un valle verde al que muchos neuquinos llaman “el jardín de la provincia”, un refugio donde la montaña forma parte de la identidad local.
Cada temporada, senderistas y ciclistas recorren los cerros y bosques que rodean el pueblo, que también vibra con eventos como el Rally del Viento.
Y con una comunidad habituada a convivir con el movimiento deportivo.
Durante tres días, el Desafío MOVE convocará a unos 300 corredores y ciclistas de distintos puntos del país.
El circuito de trail running atravesará senderos conocidos por los habitantes: bosques nativos, laderas con vistas abiertas al valle.
Y tramos que serpentean entre el río y la montaña.
En tanto, la prueba de mountain bike unirá localidades vecinas a través de un recorrido técnico y exigente.
Inspirado en circuitos históricos del norte neuquino y en la topografía de la Cordillera del Viento.
La llegada será en el centro de Huinganco.
Uno de los ejes del evento será la experiencia fuera de la competencia. Los participantes podrán alojarse en un glamping especialmente montado.
Con 67 carpas equipadas con camas, calefacción y ambientación cálida, además de una propuesta gastronómica de autor.
El objetivo es que quienes llegan desde otras provincias conozcan el territorio y que los vecinos vivan un fin de semana distinto, con un clima de encuentro y celebración colectiva.
La comunidad local tendrá un rol central: más de 120 vecinos participarán en tareas de montaje, logística, cocina, limpieza, hospitalidad y asistencia técnica.
Productores regionales proveerán alimentos como chivos, miel, verduras y panificados, mientras que artesanos, emprendedores, hospedajes.
Y comercios del corredor turístico se preparan para un movimiento que impactará en toda la zona.
El evento se desarrollará bajo criterios de Huella Cero, con separación de residuos, gestión ambiental especializada, señalética responsable.
Y un plan de seguridad articulado con bomberos, policía y equipos de salud locales. La organización plantea la carrera no solo como una competencia.
Sino como una experiencia cuidada y respetuosa del entorno natural.
Cuando los corredores crucen la meta y las bicicletas regresen al campamento, la apuesta es que quede algo más que un resultado deportivo.
La sensación de haber compartido un fin de semana donde el deporte funcionó como puente entre visitantes, paisaje y comunidad, en uno de los rincones más singulares del norte neuquino.