El Balcón de Epuyén: un refugio en la Ruta 40 para desconectar y saborear la Patagonia

· 26 Ago 2025 ·

 

La mítica Ruta Nacional 40 no es solo un camino que serpentea a través de los paisajes más imponentes de la Argentina; es también un hilo conductor de historias, sabores y encuentros.

Para el viajero que recorre la comarca andina de Chubut, cada parada es una oportunidad de descubrimiento. Y en el kilómetro 1881, justo en el acceso norte a la pintoresca localidad, se encuentra un lugar que encarna ese espíritu: El Balcón de Epuyén.

Este no es simplemente un restaurante, es un refugio. Con su arquitectura de estilo cabaña, madera cálida y una decoración que evoca tiempos pasados, El Balcón invita a hacer una pausa, a bajar un cambio y a conectar con la esencia de la Patagonia. Es el tipo de lugar donde el tiempo parece transcurrir a otro ritmo, marcado por el crepitar del fuego en invierno y la luz del sol que se filtra por sus amplios ventanales.

UN REFUGIO EN EL CAMINO CON SABOR A HOGAR

Desde el momento en que se cruza la puerta, la sensación es la de llegar a casa de un amigo. El ambiente es cálido y acogedor, pensado para que tanto el turista que viene de lejos como el vecino de la comarca se sientan a gusto. Durante la temporada invernal, un detalle marca la diferencia: los comensales son recibidos con un guindado de cortesía, una caricia para el alma que prepara el paladar para lo que vendrá.

La propuesta se completa con una cuidada carta de tragos de autor, perfectos para disfrutar mientras la mirada se pierde en el horizonte, porque si algo define a El Balcón, además de su comida, es su vista.

La cocina de El Balcón es un homenaje a la tierra que lo rodea. La premisa es clara: darle una impronta regional a cada plato, utilizando productos locales y recetas que rescatan la tradición patagónica.

Entre las estrellas de la carta se encuentran el ragú de cordero, un plato potente y sabroso que es puro ADN patagónico; los sorrentinos de trucha, que combinan la delicadeza del pescado de río con la contundencia de la pasta casera; y las imperdibles empanadas de cordero, ideales para empezar a saborear la comarca. La búsqueda es ofrecer una experiencia completa, donde el entorno y la gastronomía dialoguen en perfecta armonía.