El destino argentino que tiene hasta 600 palmeras por hectárea y es visitado por 150.000 personas al año

· 10 Oct 2023 ·

Ubicado al sudeste de Entre Ríos, la reserva cuida los ejemplares de Yatay, especies que llegan a vivir siete siglos y medir 18 metros de altura.

El Parque Nacional El Palmar recibe a más de 150.000 visitantes por año y es un reservorio de historia y de ecosistemas únicos y especiales. Con hasta 600 palmeras por hectárea, la reserva cuida a las ejemplares de yatay, que llegan a vivir siete siglos y medir 18 metros de altura, y que hace unos 400 años ocupaban las actuales provincias de Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, y el vecino Uruguay.

Sus troncos y copas son el refugio de más del 25% de las especies de aves que existen en el país; y los frutos de las palmeras, carnosos y agridulces, convocan a gran cantidad de animales que se cruzan constantemente por los senderos y caminos.

Ubicado a 40 kilómetros de Colón, 65 de Concordia, a unos 320 de Rosario y a 350 de Ciudad de Buenos Aires, las palmeras al borde de la ruta nacional 14 confirman que el ingreso al parque está cerca.

Por un camino de ripio, a unos 6 kilómetros de la entrada, se presenta un desvío al mirador “La Glorieta” y a otros dos senderos entre bosques con un “rabión”, donde por la pendiente y las piedras aumenta la velocidad y turbulencia del arroyo El Palmar, que sintoniza con los cantos de las aves.

Historias y caminatas en El Palmar

Al regresar al camino principal, otra caminata invita a conocer entre palmeras la historia de la región y recorrer pastizales muy importantes para los ñandúes, animal clave ya que comen las semillas, fomentan la siembra de palmeras y equilibran el ecosistema, destacan en la Agencia Télam.

Es muy común ver de cerca todo tipo de animales, principalmente carpinchos y vizcachas, por lo que recomiendan no alimentarlos ni perturbar su ambiente, y también avanzar a menos de 40 kilómetros por hora por los caminos, y a 20 por los paseos.

Más adelante, otro sendero especial para guardar paisajes en la memoria desemboca en una escalera natural de piedras que continúa por debajo del agua; y un desvío del camino principal lleva hasta un observatorio, al que anualmente arriban cientos de aficionados de todo el mundo.

En silencio, logran observar a más de 250 especies que conviven en el parque y que representan al 25% de las familias que existen en Argentina, entre unas 100 especies de aves migratorias y más de 200 aves residentes, que construyen nidos de hasta dos metros de diámetro.

El camping de 7 hectáreas no sólo permite alojarse, sino ser punto de partida de un sendero que muestra la invasión de especies vegetales exóticas y va hasta el arroyo Los Loros, con sus excursiones en canoa. Otra senda recorre los edificios, jardines y el casco histórico de una vieja estancia.

“La Calera del Palmar” es uno de los más elegidos y, al cruzar una gran selva en galería, surgen ruinas con diferentes historias.

Playas entrerrianas para descubrir en verano

En la zona conviven vestigios de las comunidades originarias del 1200, como un viejo cementerio del siglo XVIII; las expediciones españolas y asentamientos jesuitas con sus construcciones; el paso de Urquiza; una empresa que se instaló en 1955; y el inicio del Parque, en 1966.

Al finalizar el camino, un mirador natural funciona como punto panorámico con paisajes mágicos e inolvidables entre los colores del río y sus peces, la arena rubia, y la mezcla de bellezas y colores de pájaros, árboles y flores.

Las playas están habilitadas desde el 1 de diciembre hasta el domingo de Semana Santa, y próximamente se agregará un banco de arena llamado “el paraíso entrerriano”.

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